martes, 29 de noviembre de 2011

Los superrevolucionarios

Leo cuidadosamente todos los días las opiniones sobre Cuba de agencias tradicionales de prensa, incluidas las de los pueblos que formaron parte de la URSS, las de la República Popular China y otras. Me llegan noticias de órganos de prensa escrita en América Latina, España y el resto de Europa.
El cuadro es cada vez más incierto ante el temor de una recesión prolongada como la de los años que siguieron a 1930. El gobierno de Estados Unidos recibió el 22 de julio de 1944 los privilegios otorgados en Bretton Woods a la potencia militar más poderosa, emitir el dólar como moneda internacional de cambio. La economía de ese país estaba intacta después de la guerra, en 1945, y disponía de casi el 70 por ciento de las reservas en oro del mundo. Nixon decidió unilateralmente, el 15 de agosto de 1971, suspender la garantía en oro por cada dólar emitido. Con eso financió la matanza de Vietnam en una guerra que costó más de 20 veces el valor real de las reservas en oro que le quedaban. Desde entonces la economía de Estados Unidos se sostiene a costa de los recursos naturales y los ahorros del resto del mundo.
La teoría del crecimiento continuo de la inversión y el consumo, aplicada por los más desarrollados a los países donde la inmensa mayoría es pobre, rodeada por lujos y derroches de una exigua minoría de ricos, no solo es humillante sino también destructiva. Ese saqueo y sus desastrosas consecuencias es la causa de la rebeldía creciente de los pueblos, aunque muy pocos conozcan la historia de los hechos.
Las inteligencias más dotadas y cultivadas se incluyen en la lista de recursos naturales y están tarifadas en el mercado mundial de bienes y servicios.
¿Qué ocurre con los superrevolucionarios de la llamada extrema izquierda? Algunos lo son por falta de realismo y el agradable placer de soñar cosas dulces. Otros no tienen nada de soñadores, son expertos en la materia, saben lo que dicen y para qué lo dicen. Es una trampa bien armada en la que no debe caerse. Reconocen nuestros avances como quienes conceden limosnas. ¿Carecen realmente de información? No es así. Les puedo asegurar que están absolutamente informados. En determinados casos, la supuesta amistad con Cuba les permite estar presentes en numerosas reuniones internacionales y conversar con cuantas personas del exterior o del país deseen hacerlo, sin traba alguna de nuestro vecino imperial a sólo 90 millas de las costas cubanas.
¿Qué aconsejan a la Revolución? Veneno puro. Las fórmulas más típicas del neoliberalismo.
El bloqueo no existe, pareciera una invención cubana.
Subestiman la más colosal tarea de la Revolución, su obra educacional, el cultivo masivo de las inteligencias. Sostienen la necesidad de personas capaces de vivir realizando trabajos simples y rudos. Subestiman los resultados y exageran los gastos en inversiones científicas. O algo peor: se ignora el valor de los servicios de salud que Cuba presta al mundo, donde en realidad, con modestos recursos, la Revolución desnuda el sistema impuesto por el imperialismo, que carece de personal humano para llevarlo a cabo. Se aconsejan inversiones que son ruinosas, y los servicios que aportan, como el alquiler, son prácticamente gratuitos. De no haberse detenido a tiempo las inversiones extranjeras en viviendas, habrían construido decenas de miles sin más recursos que la venta previa de las mismas a extranjeros residentes en Cuba o en el exterior. Eran además empresas mixtas regidas por otra legislación creada para empresas productivas. No había límites para las facultades de los compradores como propietarios. El país suministraría los servicios a tales residentes o usuarios, para lo cual no se requieren los conocimientos de un científico o un especialista en informática. Muchos de los alojamientos podían ser adquiridos por los órganos de inteligencia enemigos y sus aliados.
No se puede prescindir de algunas empresas mixtas, porque controlan mercados que son imprescindibles. Pero tampoco se puede inundar con dinero el país sin vender soberanía.
Los superrevolucionarios que recetan tales medicamentos ignoran de forma deliberada otros recursos verdaderamente decisivos para la economía, como es la producción creciente de gas, que ya purificado se convierte en una fuente inestimable de electricidad sin afectar el medio ambiente y aporta cientos de millones de dólares cada año. De la Revolución Energética promovida por Cuba, de vital y decisiva importancia para el mundo, no se dice una palabra. Llegan todavía más lejos: ven en la producción cañera, un cultivo que se sostuvo en Cuba con mano de obra semiesclava, una ventaja energética para la isla, capaz de contrarrestar los elevados precios del diésel que derrochan sin freno los automóviles de Estados Unidos, Europa Occidental y otros países desarrollados. Se estimula el instinto egoísta de los seres humanos, mientras los precios de los alimentos se duplican y triplican.
Nadie ha sido más crítico que yo de nuestra propia obra revolucionaria, pero jamás me verán esperar favores o perdones del peor de los imperios.
Fidel Castro Ruz
 

Perfil del corrupto

Alainet
Las manifestaciones públicas que se han dado en diversas ciudades exigen el fin del voto secreto en el Congreso; el derecho del CNJ a investigar y castigar jueces; la vigencia de la Ficha Limpia en las elecciones del 2012; y el combate a la corrupción en la política.

¿Por qué hay tanta corrupción en el Brasil? Tenemos leyes, sistema judicial, policías y medios de comunicación vigilantes. Sin embargo prevalece la impunidad, que es la madre de los corruptos. ¿Conoce usted a algún notorio corrupto brasileño? ¿Fue procesado y está en la cárcel?

El corrupto no se considera a sí mismo como tal. Como experto, actúa movido por la ambición del dinero. No es propiamente un ladrón. Se trata más bien de un refinado chantajista, de ésos de conversación agradable, sonrisa amable, gentiles zalamerías. Anzuelo sin cebo, no pican los peces.

El corrupto no se expone; extorsiona. Considera un derecho el recibir comisión; el porcentaje como pago por servicios; el desvío, una forma de apropiarse de lo que le pertenece; la caja dos, una inversión electoral. Son tontos los que hacen tráfico de influencias sin sacar provecho.

Hay varios grados de corruptos. El corrupto oficial se vale de la función pública para obtener ventajas para sí, su familia y sus amigos. Cambia la placa del auto, le costea viajes a su mujer a cargo del erario público, utiliza tarjeta de crédito deducible del presupuesto del Estado, hace gastos y obliga al contribuyente a pagar. Considera natural la sobrefacturación, la ausencia de licitación, la competencia con cartas marcadas.

Su lógica es corrupta: “Si no aprovecho ahora, otro va a lucrar en mi lugar”. Su único temor es el ser pillado in fraganti. No se avergüenza de mirarse al espejo, y casi ni teme ver su nombre citado en los periódicos o que aparezca su rostro en la TV.

El corrupto no tiene escrúpulo en dar o recibir cajas de güisqui por Navidad, regalos caros de los proveedores o patrocinar vacaciones de jueces. Le ablandan con regalos, y de ese modo él salta la burocracia que retiene las cantidades de dinero público. Está el corrupto privado. Nunca menciona cantidades, solamente insinúa. Es el rey de la metáfora. Nunca es directo. Habla con circunloquios, seguro de que el interlocutor sabe leer entrelíneas.

El corrupto ‘franciscano’ practica el agarro acá y doy allá. Su lema es: “quien no llora no mama”. No ostenta riqueza, no viaja al exterior, se hace el pobretón para encubrir mejor las anomalías. Es el primero en indignarse cuando se habla de corrupción.

El corrupto ostentoso gasta lo que no gana, construye mansiones, acumula, convencido de que la adulación es amistad y la sonrisa cómplice, ceguera.

El corrupto cómplice asiste al video de la diputada embolsando una propina sucia e incluso finge no creer lo que ve. Y la perdona, para que más tarde sea él el perdonado.

El corrupto previsor mira de reojo hacia la Copa del Mundo de Fútbol en el año 2014, y hacia los Juegos Olímpicos en Rio de Janeiro el 2016. Sabe que los Juegos Panamericanos de Rio en el 2007, presupuestados en US$ 350 millones, consumirán en verdad US$ 1.800 millones

El corrupto no sonríe, agrada; no cumplimenta, extiende la mano; no elogia, inciensa; no posee valores sino saldo bancario. Se corrompe de tal manera que ni se da cuenta de que es un corrupto. Se considera un negociante exitoso.

Melifluo, el corrupto está lleno de dedos, se arrima a los honestos para aprovechar su sombra, trata a los subalternos con una dureza que le hace parecer el más íntegro de los seres humanos.

Mientras los corruptos no vayan a dar en la cárcel, al menos nosotros, los electores, podemos impedirles que sean elegidos para funciones públicas. Frei Betto es asesor de movimientos sociales y autor de la novela “Minas del oro”, entre otros libros.
http://www.freibetto.org/> twitter:@freibetto.

Fuente:
http://alainet.org/active/50893&lang=es

Traducción de J.L.Burguet